ÒTodo en esta composición del Evangeliario de Lorsch -realizado por un taller real carolingio- nos recuerda formas de la pintura tardorromana. El evangelista tan sólo se diferencia de la imagen de un escritor antiguo por el nimbo y el águila, su símbolo, en el tímpano del arco.
ÒQueda limitada a una función decorativa discreta en capiteles clásicos donde la piedra se usa más que
el mármol.
Casi un grabado.
ÒLos temas son geométricos y de gran sencillez.
ÒLa orfebrería fue suntuosa, ya que los objetos de culto tenían que estar a la altura de la divinidad.
Altar de San Ambrosio de Milán.
No hay comentarios:
Publicar un comentario